A partir de los 3 años (incluidos) de edad, los niños o niñas deben tener una entrada.
Además, los menores de 3 años deberán disponer de entrada, también, en el caso que vayan a ocupar una butaca.
Por otro lado, los bebés podrán entrar en la sala, siempre y cuando, estén a gusto y no causen molestias al resto de espectadores. Si no fuera así, se tendría que abandonar la sala hasta que se calmasen para poder volver a acceder.